COVID-19 Carta Pastoral del Padre Fabio

Mis queridos hermanos y hermanas de san Eduardo,

En verdad yo siento que ustedes a quienes he llegado a conocer a través de mi labor pastoral son mis verdaderos hermanos y hermanas en Cristo. Así que como su hermano y desde lo más profundo de mi corazón, he escrito este mensaje para ustedes ante esta crisis humanitaria del Coronavirus que esta causando tanta tristeza, dolor, angustia, confusión y muerte en el mundo.

Ante todo quiero invitarlos a mantener en alto el amor, la fe y la esperanza en estos días difíciles; el pánico no es de Dios ni de su pueblo. Sus regalos espirituales del amor, la fe y la esperanza nunca serán afectados por ningún virus de cualquier naturaleza que sea; pues “el amor nunca pasará.” (Cor. 13)

Mantengamos en alto el amor. Si alguien tiene que quedarse en casa por precaución o aislarse físicamente por la enfermedad, favor sepan que espiritualmente estamos unidos uno al otro aun cuando no nos veamos. Dios nos une a través de la oración y el apoyo mutuo. Dios esta con nosotros, el no nos abandona nunca. Dios, quien es amor, siempre gana, siempre ganará. 

Conservemos en alto nuestra fe. Comprendamos que Dios esta trabajando incansablemente para que encontremos los medios necesarios, vacunas, medicinas, protocolos para frenar este mal que preocupa a todos en el mundo. Oremos por los enfermos, por los que están en cuarentena, los que tienen que separarse de sus seres queridos y de sus lugares habituales para recibir tratamiento, por los que han fallecido a consecuencia de este virus y sus familiares.

Mantengamos en alto nuestra esperanza. Esperamos que este virus no nos haga separarnos por mucho tiempo. Tomemos esta crisis como parte de nuestros sacrificios cuaresmales, viviendo la soledad del desierto que Jesús vivió en su experiencia espiritual y en solidaridad con todos los que tienen que vivir en aislamiento por largos años de sus vidas; pensemos, por ejemplo en los ancianos y enfermos en hospitales y auspicio de ancianos, los presos, los detenidos…

Les pido que obremos con mucha responsabilidad cristiana siguiendo los protocolos y recomendaciones de los expertos en la salud, para que con una sana actitud podamos detener el contagio y la propagación del mal. Seamos solidarios unos con otros; si vamos a las tiendas, mantengamos una actitud cordial sin acaparar los bienes que todos necesitamos; mostremos al mundo que la otra persona también nos importa, y aunque las circunstancias nos aíslan, el otro no es una amenaza a nuestra existencia. Esta crisis es una gran oportunidad de hacer el bien.

Oro para que esta Pascua a la cual nos estamos acercando, venga con el regalo de una vida nueva, con salud y la gran bendición de poder volver a nuestra casa común, su iglesia para cantara Dios, leer y reflexionar sobre su Palabra de Vida, a saludarnos de mano y a beber de la misma copa de Salvación que Cristo conquistó por nosotros en la cruz.

Muchas veces el mundo de hoy no valora lo que es importante, tal como celebrar la fe juntos, partir el pan de la vida y el cáliz de salvación con nuestros hermanos y hermanas en la fe. Pido a mi Dios que la pascua del 2020 venga también con una nueva renovación espiritual; donde pongamos nuestra fe en alto, donde pertenece y hagamos de Dios nuevamente brille como nuestro aliado de vida, esperanza y salvación.

En este tiempo de aislamiento, llamémonos, escribámonos, dejémonos saber como estamos, y por supuesto, si necesitas llámame, para orar y darte fortaleza, cuenten conmigo siempre.

Que el Dios de amor y quien todo lo puede, detenga este mal en el mundo y nos enseñe a vivir en amor y solidaridad con todos, todos los días de nuestras vidas.

En el amor de Cristo,

Padre Fabio Sotelo